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¿Por qué exigen más los millenials y la generación Z al buscar trabajo?
Alejandro González
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Abril 17, 2024

¿Por qué exigen más los millenials y la generación Z al buscar trabajo?

Un tema que suele surgir con frecuencia en el debate actual es el contraste entre las generaciones, es decir, las distintas culturas de trabajo que caracterizan a cada generación, como la generación z, la generación x, los millennials, los baby boomers, etc.

Esto es algo muy relevante, porque el hecho de que se debata sobre las diferencias culturales entre estas generaciones implica un esfuerzo continuo por adaptarse.

Un fenómeno que se repite

Aunque este fenómeno no es nuevo y siempre ha habido un conflicto generacional, también existe una dinámica entre las culturas de trabajo que a veces se debe a las generaciones, como se dice hoy en día, o a los choques culturales por la transferencia de culturas de trabajo de un país a otro.

Un ejemplo de esto es la Revolución Industrial, cuando los modelos de trabajo de los países industrializados entraron en conflicto con los de los países que aún no lo eran, y tuvieron que adaptarse, dialogar y rediseñar sus culturas de trabajo.

Por lo tanto, siempre habrá diferencias en las culturas de trabajo y estos conflictos causados por alguno de los temas que ya se mencionó antes.

Una característica indiscutible de la época actual es que los choques culturales son más habituales. Esto se debe a la globalización, a los avances tecnológicos, a un mayor uso de las nuevas tecnologías de comunicación, a una variedad de modelos de negocio y de metodologías o procesos de trabajo.

Hay muchas razones por las que esto ocurre con más rapidez y frecuencia, y por eso es importante considerarlo cuando pensemos en la cultura organizacional o el modelo de trabajo más adecuado para nuestra empresa.

Modelos de trabajo adaptables

En este sentido, hay que anticipar que ningún modelo de trabajo rígido va a ser eficaz o va a asegurar el éxito hoy en día, a diferencia de los modelos de trabajo inflexibles que funcionaban o eran útiles en épocas donde no se producían estos cambios o en lugares donde fuera muy improbable que hubiera esto, que no hubiera una diversificación económica.

Cuando hablamos de mercados más competitivos, de empresas más variadas y de competencias más numerosas.

La mejor opción son los modelos de trabajo flexibles, que se adapten a las exigencias, los retos y las necesidades del contexto actual. Eso no significa que no haya un marco normativo ni un modelo a seguir que pueda durar en el tiempo, pero no tiene que ser estricto, sino flexible, siempre orientado a objetivos de productividad, rentabilidad y bienestar para nuestros colaboradores.

Antes de comenzar a hablar un poco sobre las tendencias actuales de las nuevas generaciones, es importante definir a qué nos referimos con este término. Estamos hablando de las generaciones de personas que nacieron alrededor de la década de 1990 y los 2000, que han vivido la transición tecnológica que estamos experimentando actualmente, conocidas también como millennials o generación z.

Son las generaciones más recientes que han tenido que adaptarse a este cambio o que han nacido ya con el cambio hecho, aunque siguen evolucionando. Entonces, cuando analizamos estas nuevas generaciones y queremos saber qué les interesa o qué buscan en un trabajo debemos entender el contexto en que nacieron.

Diferencias en las necesidades laborales

Se dice que hay una diferencia clave entre las generaciones anteriores y las actuales en cuanto a lo que buscan en el trabajo. Mientras que antes se priorizaba la estabilidad laboral, tener un lugar seguro donde trabajar y crecer poco a poco, pero sobre todo cubrir las necesidades económicas, se dice que ahora las nuevas generaciones no valoran tanto la estabilidad, sino que quieren cambiar constantemente, buscar nuevos desafíos y crecer rápidamente.

Pero probablemente es que estamos equivocados. No es que las nuevas generaciones no busquen estabilidad, crecimiento y carrera, es simplemente, que esos elementos ya son obvios y son inherentes a cualquier trabajo.

Es la exigencia de nuevas condiciones lo que algunos, erróneamente, ven como una sustitución cuando más bien es un agregado.

Estabilidad y crecimiento

Estos elementos, al simplificarlos de esta manera, muestran que las nuevas generaciones buscan una estabilidad, pero no la entienden o la perciben como un estado de pocos cambios.

Más bien, esa estabilidad se entiende como un crecimiento constante a lo largo de un tiempo determinado, que les permita enfrentar desafíos, avanzar, mejorar y, sobre todo, satisfacer necesidades que antes no se valoraban tanto, como las necesidades emocionales o de autorrealización.

No es que estas necesidades no existieran antes, sino que hoy en día, con la gran variedad de opciones laborales, las empresas les han dado importancia y las han incluido en sus ofertas de trabajo, haciéndolas más atractivas.

En este caso, el mercado laboral está experimentando cambios significativos. El talento humano se vuelve más exigente y valioso, no solo en términos monetarios, sino también en relación con otros aspectos que afectan la calidad de vida de las personas.

Aunque los salarios han experimentado cambios reales debido a la inflación y la escasez de talento especializado, la existencia de más empresas ha llevado a una competencia por el mejor capital humano.

Para atraer a este talento, las empresas están diseñando modelos de trabajo más atractivos. Las nuevas generaciones no necesariamente tienen demandas más estrictas; más bien, las mismas empresas, en un modelo natural de mercado, están presentando nuevas ofertas de trabajo para atraer a los profesionales más talentosos.

Un mercado laboral que evoluciona

En pocas palabras, el mercado laboral está evolucionando, y las empresas están adoptando estrategias creativas para asegurar el mejor capital humano posible. Esto beneficia tanto a los empleados como a las organizaciones en su conjunto.

No es que las nuevas generaciones tengan demandas excesivas, sino que las propias empresas, en un mercado natural, han presentado nuevas ofertas de trabajo más interesantes.

Esto ha elevado los estándares del nuevo talento. Detrás de cada persona que exige una nueva prestación o modelo de trabajo, es probable que haya una empresa con una oferta laboral que la inspiró.

Esto ha causado que las empresas que no han sabido adaptarse a este aspecto extrañen un tiempo en el que las personas solo consideraban el factor salarial o las prestaciones básicas como el único criterio para elegir si permanecer o no en un trabajo.

Lo mejor de cada generación

No obstante, si queremos adaptarnos, debemos empezar a abrirnos a las nuevas propuestas generacionales y, sobre todo, abrirnos a estas razones mencionadas antes.

De lo contrario, si seguimos abrazando el discurso de que las nuevas generaciones están mal y que antes estábamos bien, probablemente lo único que vamos a lograr es una resistencia a la hora de poder atraer y retener el mejor talento, lo que significa en un mediano o largo plazo una pérdida de competitividad.

A final de cuentas, la llegada de las nuevas generaciones es inevitable, ya sea por razones demográficas o estratégicas.

Sin embargo, cuando combinamos lo mejor de las distintas generaciones, obtenemos un resultado muy interesante. Esta mezcla incluye ventajas competitivas, habilidades, competencias y, sobre todo, experiencia, y cuando estas cualidades se suman y se organizan adecuadamente, nos conducen a resultados tangibles en áreas como la rentabilidad, la innovación y la competitividad.

Al final, esta adaptación exitosa se traduce en un posicionamiento sólido dentro de nuestro mercado.

Conclusión

En conclusión, no está mal comenzar a cuestionar las diferencias generacionales ni debatir sobre cuáles son estos contrastes y qué elementos influyen en que una generación se mantenga o crezca en nuestros puestos de trabajo.

Sin embargo, debemos reconsiderar la idea de que las nuevas generaciones no quieren trabajar o de que todo era mejor en el pasado; simplemente era diferente. Estoy seguro de que estas diferencias, especialmente en las exigencias que el mercado actual establece, pueden convertirse en ventajas competitivas.

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