Los nuevos desafíos de liderazgo en la década de los 2020s
Lo primero que debemos reconocer es que los líderes de hoy en las empresas y organizaciones enfrentan desafíos que, aunque algunos son específicos y dependen de cada modelo de negocio, existen algunos que son un común denominador para las empresas, derivados del contexto y del alto crecimiento económico actual, de la incorporación de nuevas tecnologías y de la aplicación de estas tecnologías en muchos de los procesos de trabajo, incluso en los que antes eran solo operativos, pero que se ven obligados a mejorar en la búsqueda de la productividad.
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1- Mercado cada vez más competitivo
El primer reto que hemos mencionado brevemente es que el nuevo líder debe saber que se enfrenta a un entorno cada vez más competitivo. Esto quiere decir que no solo compite con otras empresas por los clientes y el mercado, sino también por el capital humano.
Es decir, las empresas están en constante competencia por contar con el mejor talento en sus equipos. Si este mejor talento no está contento o no tiene las condiciones básicas de bienestar, es probable que sea más fácil que otra empresa se lo lleve. Y la empresa con mejor talento es la que acaba siendo más competitiva.
Así, el líder actual tiene que superar un desafío muy relevante, que es saber conservar al talento y ayudarlo a crecer y convertir a este talento en el equipo más productivo para poder situarse como un referente en el mercado
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2- Cambios tecnológicos
El nuevo líder se enfrenta también al desafío de incorporar nuevas tecnologías en sus procesos de trabajo. Esto puede variar mucho según cada proceso de trabajo, ya que no es lo mismo las tecnologías que usa un líder en un proceso industrial de producción que el líder corporativo que dirige un equipo de estrategia de marketing.
Sin embargo, existen herramientas tecnológicas que pueden ser muy útiles para nuestro personal. Estas herramientas tecnológicas pueden facilitar la gestión del líder, permitiéndole evaluar a sus colaboradores, darles un seguimiento, medir su desempeño e incluso tener una idea más precisa de su bienestar al trabajar.
Se trata de herramientas que puede ayudar a los líderes a simplificar su trabajo de gestión y a implementarlo de la mejor manera. Así, el líder tendrá una ventaja, una mejor visión y mayor margen estratégico para tomar decisiones. Esto se refleja en una mayor productividad y en una disminución de los riesgos que todo líder debe enfrentar.
Uno de los desafíos en la inserción tecnológica es que el líder tenga herramientas que le permitan facilitar el trabajo de los colaboradores a su cargo. Esto implica que el líder sea capaz de escuchar las necesidades de los colaboradores, que esté atento y al día con las nuevas tendencias tecnológicas, y que sepa cómo empezar a implementar estos modelos tecnológicos, sin que esto signifique una inversión excesiva.
A veces, usar un software que ya existe puede facilitar mucho el trabajo de nuestra gente. Como se ha mencionado aquí, que un equipo en una empresa sepa usar bien una hoja de cálculo, o las herramientas en la nube, puede dar una ventaja competitiva, reducir tiempos y mejorar la comunicación entre todos.
Ahora bien, cuando se trata de incorporar tecnología en procesos de trabajo más productivos o industriales, hay que pensar en una inversión que permita a nuestra gente tener estas herramientas y no quedar atrás en el mercado.
Sin embargo, estoy seguro de que en cada proceso de trabajo hay aspectos que no requieren inversiones y que se pueden implementar. Pero es muy importante empezar a hacerlo.
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3- Entornos más turbulentos
Los líderes actuales se enfrentan al reto de un entorno más inestable, más variable y que avanza a una velocidad nunca vista en la historia humana. Esto supone que las personas que ocupan un puesto de liderazgo deben estar siempre atentas al entorno para poder adaptarse y adecuarse a las nuevas demandas de este entorno cambiante, que a veces cambia de repente. Un ejemplo de esto fue la pandemia del COVID 19, que nos obligó a modificar nuestra forma de trabajar de un día para otro.
En algunos aspectos de la industria, las formas de trabajar quedaron totalmente obsoletas, mientras que en otros se abrió una oportunidad para ser más productivos; Se generaron prácticas de liderazgo que se mantuvieron después de la pandemia, como el trabajo flexible, el uso de tecnologías para hacer un seguimiento de nuestro personal, el intentar retener al mejor talento mediante modelos de salario emocional, el tener esquemas de productividad más adecuados, el tener modelos de gestión de riesgo que nos permitan anticiparnos a lo que pueda ocurrir en el entorno.
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4- Nuevas necesidades
Los nuevos líderes se enfrentan a las nuevas necesidades que exigen sus colaboradores. Es importante aclarar que estas nuevas necesidades, entre comillas, no significan que antes no existieran. Más bien, reconocemos que las necesidades básicas se dan por hecho y deben estar cubiertas.
Ahora, las empresas pueden ofrecer nuevos esquemas, prestaciones y modelos de trabajo más atractivos para atraer al capital humano. Esto implica que el capital humano está constantemente explorando estas nuevas propuestas del mercado laboral. A su vez, esto les obliga a prepararse para ser más productivos y aumentar sus probabilidades de acceder a estas oportunidades.
Entonces, como líderes, debemos comenzar a identificar cuáles son estas necesidades que debemos contemplar desde el trabajo flexible. Entre estas necesidades se encuentran:
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1. Salario emocional
Reconocer y valorar el bienestar emocional de los colaboradores. Esto puede incluir un ambiente de trabajo positivo, apoyo emocional y reconocimiento por su esfuerzo.
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2. Reconocimiento
Relacionada con lo anterior, pero con énfasis es apreciar y destacar los logros individuales y colectivos. El reconocimiento puede ser verbal, a través de premios o menciones públicas.
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3. Modelos de crecimiento y desarrollo
Proporcionar oportunidades para el crecimiento profesional y personal. Esto puede incluir capacitación, mentoría y promoción interna.
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4. Modelos de bonos y comisiones
Diseñar sistemas de incentivos que motiven la productividad. Los bonos y comisiones basados en el desempeño pueden ser una excelente manera de lograrlo.
Al considerar estas necesidades, no solo fomentamos la productividad, sino también el compromiso y la satisfacción de nuestros colaboradores.
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Conclusión
Poder adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, tendencias sociales y políticas que puedan procurar un excelente liderazgo. Desde tener una perspectiva adecuada de género, modelos de inclusión, hasta modelos de desempeño y competencias para saber comunicar y delegar, entre otras.
Si bien en cada momento empiezan a surgir cada vez más desafíos, y los desafíos de hoy pueden ser distintos a los desafíos de mañana, es importante hacer un seguimiento de cuáles son estas nuevas tendencias y retos a los que se enfrenta el líder de hoy. Algunos de ellos probablemente queden rezagados y sean pasajeros, pero otros van a llegar para quedarse.
Después de hablar de estos nuevos desafíos que el líder de hoy tiene que afrontar, y teniendo en cuenta que son muy variados y complejos, es importante hablar también de las competencias que el nuevo líder de hoy necesita para asegurar la productividad de su equipo de trabajo, para lograr los objetivos y para garantizar el bienestar de su equipo de trabajo.
Al final de cuentas, el bienestar de un equipo de trabajo se va a reflejar en un proceso de trabajo eficaz, si está bien planificado, bien estructurado, y si se le hace un buen seguimiento. Y esto nos dará como resultado la productividad y el cumplimiento de objetivos.